Isabel Muñoz
Isabel Muñoz nace en Barcelona en 1951. Se traslada a vivir a Madrid en 1970. Conoce a sus referentes Ramón Mourelle y Eduardo Momeñe. Tote Trenas, le introduce en el mundo de la fotografía para cine.
Decide ampliar sus estudios en Nueva York. Se va ahí para estudiar el gran formato en el ICP. Regresa a Madrid y realiza su primera exposición, Toques, en el Instituto Francés. Se dedica a recorrer el mundo intentando compartir sus emociones
Viaja a Irán, Siria, Turquía e Irak y expone el trabajo en el marco de PhotoEspaña 2010 en las salas del Canal de Isabel II de Madrid. Inaugura la exposición de La Bestia en el Centro Cultural de España en México, un recorrido por México abarrotado de inmigrantes, con gran riesgo para sus vidas, con el propósito de acercarse a la frontera y lograr pasar a Estados Unidos. Se va a Papúa Nueva Guinea donde sus habitantes también decoran su cuerpo y al igual que sucedía en las tribus de Etiopía, se inspiran en la naturaleza que les rodea para confeccionar los adornos que utilizan para celebrar sus ritos. Y prosiguiendo con los ritos se va a Bolivia y fotografía a bailarines cubiertos de arcilla portando máscaras precolombinas que revelan su riqueza mitológica incaica.
También fotografía la adoración a calaveras, las ñatitas, culto a la muerte y a la vida, todo devoto tiene una ñatita en un lugar destacado de su casa. Viaja varias veces a la República Democrática del Congo, también a Borneo y a centros de acogida y atención de primates y a finales de 2015 inaugura en la galería Blanca Berlín de Madrid la exposición Álbum de familia. Casa África en Las Palmas produce una nueva exposición que acompañada de testimonios en video de las propias mujeres se pudo ver posteriormente en el Museo Antropológico de Madrid. Con motivo del World Pride Madrid 2017 expone en Centro Centro Madrid El derecho a amar con fotografías de su serie Identidades, que inicia en 2007-2008 con los transexuales en Brasil, incluye también fotografías de su serie Hijras que constituyen el tercer género en la comunidad hindú y en múltiples sesiones realizadas a lo largo de los años en su estudio de Madrid a personas de diversa orientación sexual.
En 2018 Isabel da a conocer uno de los últimos proyectos en los que se encuentra inmersa, Agua. Presentándolo en Blanca Berlín Galería bajo el título Agua y como parte de la exposición retrospectiva organizada en Tabacalera La antropología de los sentimientos. Con esta serie Isabel se cuestiona qué planeta vamos a dejar a nuestros hijos y nietos si seguimos echando plásticos y basura al mar. Con motivo del Premio Nacional de Fotografía 2016 se inaugura en 2018 la exposición La antropología de los sentimientos en Tabacalera Promoción del Arte.
En la exposición se construye un recorrido temático en torno a la representación obsesiva y heterogénea del cuerpo humano, desde los mismos orígenes de la humanidad, la espiritualidad, la locura, los límites y extremos del cuerpo, la dimensión social de lo corporal y, finalmente, la sexualidad y el deseo.
Decide ampliar sus estudios en Nueva York. Se va ahí para estudiar el gran formato en el ICP. Regresa a Madrid y realiza su primera exposición, Toques, en el Instituto Francés. Se dedica a recorrer el mundo intentando compartir sus emociones
Viaja a Irán, Siria, Turquía e Irak y expone el trabajo en el marco de PhotoEspaña 2010 en las salas del Canal de Isabel II de Madrid. Inaugura la exposición de La Bestia en el Centro Cultural de España en México, un recorrido por México abarrotado de inmigrantes, con gran riesgo para sus vidas, con el propósito de acercarse a la frontera y lograr pasar a Estados Unidos. Se va a Papúa Nueva Guinea donde sus habitantes también decoran su cuerpo y al igual que sucedía en las tribus de Etiopía, se inspiran en la naturaleza que les rodea para confeccionar los adornos que utilizan para celebrar sus ritos. Y prosiguiendo con los ritos se va a Bolivia y fotografía a bailarines cubiertos de arcilla portando máscaras precolombinas que revelan su riqueza mitológica incaica.
También fotografía la adoración a calaveras, las ñatitas, culto a la muerte y a la vida, todo devoto tiene una ñatita en un lugar destacado de su casa. Viaja varias veces a la República Democrática del Congo, también a Borneo y a centros de acogida y atención de primates y a finales de 2015 inaugura en la galería Blanca Berlín de Madrid la exposición Álbum de familia. Casa África en Las Palmas produce una nueva exposición que acompañada de testimonios en video de las propias mujeres se pudo ver posteriormente en el Museo Antropológico de Madrid. Con motivo del World Pride Madrid 2017 expone en Centro Centro Madrid El derecho a amar con fotografías de su serie Identidades, que inicia en 2007-2008 con los transexuales en Brasil, incluye también fotografías de su serie Hijras que constituyen el tercer género en la comunidad hindú y en múltiples sesiones realizadas a lo largo de los años en su estudio de Madrid a personas de diversa orientación sexual.
En 2018 Isabel da a conocer uno de los últimos proyectos en los que se encuentra inmersa, Agua. Presentándolo en Blanca Berlín Galería bajo el título Agua y como parte de la exposición retrospectiva organizada en Tabacalera La antropología de los sentimientos. Con esta serie Isabel se cuestiona qué planeta vamos a dejar a nuestros hijos y nietos si seguimos echando plásticos y basura al mar. Con motivo del Premio Nacional de Fotografía 2016 se inaugura en 2018 la exposición La antropología de los sentimientos en Tabacalera Promoción del Arte.
En la exposición se construye un recorrido temático en torno a la representación obsesiva y heterogénea del cuerpo humano, desde los mismos orígenes de la humanidad, la espiritualidad, la locura, los límites y extremos del cuerpo, la dimensión social de lo corporal y, finalmente, la sexualidad y el deseo.
Lo que más me ha interesado del vídeo es cómo se acercó a los primates en su viaje al Congo. Explica que los primates tienen inteligencia, y que cuando fue a Barcelona con 13 años con su primera cámara, estaba viendo posar a copito de nieve y entendía lo que pasaba a su alrededor. También en ese mismo viaje al Congo dice que sacaba fotos a las miradas de las personas y que quería dar voz a los que no tienen voz.
He elegido esta foto porque me ha llamado la atención los colores tan vivos que tiene, el rojo destaca sobre el fondo azul del agua. Además la persona que está posando lleva puntas de ballet y me siento identificada con eso, aparte que el efecto que crea el vestido bajo el agua es muy interesante.
He elegido esta foto porque me ha llamado la atención los colores tan vivos que tiene, el rojo destaca sobre el fondo azul del agua. Además la persona que está posando lleva puntas de ballet y me siento identificada con eso, aparte que el efecto que crea el vestido bajo el agua es muy interesante.
He elegido esta foto porque la forma en la que el torso de la persona se torsiona, se forma una curva, se crean unas líneas muy bonitas que determinan la figura del cuerpo. El claroscuro que se crea con el juego de luces y sombras, el contraste entre el fondo negro y la piel da un sentido volumétrico a la foto.
He elegido esta foto porque hay una persona que parece ser una bailarina, la he escogido porque todo lo que tenga relación con el baile me llama la atención muy rápido, y la serie que hizo sobre fotos de bailarines me ha resultado muy llamativa. En concreto esta foto me gustó más porque tiene una composición bastante simétrica.
Esta foto la he escogido porque me gusta el salto que hace y la forma que crea al hacerlo. Al ver está foto me transmite un abundante sentimiento de libertad, el fondo ayuda a entender esta idea. Está en un campo abierto, sin coches ni personas ni nada, él solo, y pega un salgo como para echar a volar, me gusta esa idea.
He elegido esta foto porque hay una persona que parece ser una bailarina, la he escogido porque todo lo que tenga relación con el baile me llama la atención muy rápido, y la serie que hizo sobre fotos de bailarines me ha resultado muy llamativa. En concreto esta foto me gustó más porque tiene una composición bastante simétrica.
Esta foto la he escogido porque me gusta el salto que hace y la forma que crea al hacerlo. Al ver está foto me transmite un abundante sentimiento de libertad, el fondo ayuda a entender esta idea. Está en un campo abierto, sin coches ni personas ni nada, él solo, y pega un salgo como para echar a volar, me gusta esa idea.